Paso 7: Havdalá
Cuando tres estrellas se vuelven visibles a simple vista en el cielo sobre nosotros, sabemos que esta increíble experiencia ha llegado a su fin. ¿Cuándo fue la última vez que observaste las estrellas?
Shabat termina – shavua tov
El servicio de la noche maariv ha terminado, los niños están cansados, la casa es un poco un balagan (un desorden). Mientras que gradualmente dejamos Shabat, Shabat nos va dejando gradualmente a nosotros. Nos reunimos todos juntos una vez más para la ceremonia de Havdalá.
Havdalá
Así como damos la bienvenida y traemos Shabat encendiendo velas, también lo hacemos cuando nos despedimos. En lugar de dos velas separadas una al lado de la otra, juntamos dos llamas o usamos una vela de muchas mechas.
Si bien esta ceremonia está marcada con la tristeza de que Shabat se terminó, también denota la esperanza de una nueva semana en la que tendremos oportunidades para construir y crecer antes del próximo Shabat.
Hacemos Havdalá sobre una rebosante copa de vino (u otra bebida alcohólica o jugo de uva), especias y una vela con múltiples mechas.
Bendiciones para la Havdalá en Hebreo y Fonética
El Talmud enseña que cuando derramamos vino como si fuese agua, es señal de bendición. Somos generosos con el vino. Lo usamos generosamente. Lo hacemos para simbolizar la abundancia de bendiciones para la semana entrante.
Empezamos haciendo la bendición sobre el vino. Luego hacemos la bendición y olemos la preciosa fragancia de los besamim, o especies. Cuando Shabat nos deja, nuestras almas quedan con un vacío o agotamiendo de santidad. De acuerdo a la Kabalá, el sentido del olfato es el que más impacta en el alma. El aroma fragante de los besamim reconforta y calma el alma en la coyuntura más difícil de la semana. Hacemos la bendición y disfrutamos de la luz de la vela de Havdalá. Luego bendecimos a Di-s por distinguir entre Shabat y el resto de la semana, antes de beber de la copa.
Luego de la Havdalá, prendemos nuestros teléfonos. De repente, luces alrededor de la casa se encienden y se apagan. Trabajamos para limpiar y poner nuestra casa en orden. Todo vuelve a la normalidad, pero se siente distinto. Estamos exhaustos pero reanimados. Llenos de propósito y contenido.
Estamos expectantes de la semana pero anhelamos aún más el Shabat hacia el final de esta. Cuando nos reunamos a celebrar nuevamente.
Shabat es posible. Sigue estos pasos y descubrirás tu camino. Si es el Shabat de Shabbat Project, enriquece tu experiencia asistiendo a un evento de Shabat cerca de ti y celebremos este Shabat juntos. ¡Let’s Keep It Together!